Lynch se moja

Cada vez que alguien me ha hablado de nuevos contenidos en medios, de audiovisual para móviles y demás mandangas portátiles se me ha puesto cara de póker. Un nosequé me obliga a ser escéptico porque la experiencia del cine siempre la he percibido como algo oscuro, grande y misterioso. Una experiencia más que un producto.

Pues bien, el bueno de David no lo puede decir más claro.